domingo, 12 de diciembre de 2010

El mal desarrollo

Recuerdo que muchas veces conversando con alguien siempre le decía que, a diferencia de Estados Unidos, aquí podíamos entrar a comer tranquilamente una hamburguesa a un Bembos sin el temor a que un desquiciado entrara al local con un arma y nos mate. Eso sólo ocurría en las películas o solo lo veíamos en los noticieros gringos. Lamentablemente, ese tipo de 'desarrollo' también ha llegado a nuestro país.

El viernes 3 de diciembre fue un día cinematográfico. Un demente armado con una pistola y dos bombas tomó el Banco Continental de Gamarra y movilizó a una cantidad increíble de policías vestidos a la usanza de la SWAT (Special Weapons And Tactics) estadounidense. La noticia la escuché por primera vez en un taxi y al enterarme de que se trataba de un hombre sólo rápidamente caí en la cuenta de que se trataba de un loco. ¿Cómo una sola persona va a asaltar un banco? Ya en la casa me enteré que el objetivo nunca fue el asalto sino la toma de rehenes y la petición de demandas sin sentido.

El tipo estaba loco. Y ciertamente no es novedad que haya locos en el país -después de todo, gracias a la decidia de las autoridades, podemos ver a muchos de ellos deambulando por las calles- sino que uno de ellos haya tomado un banco, esté armado (con licencia) y amenace con hacer estallar dos bombas. Lo peor de todo, como en película hollywoodense, es que tenía instrucción militar y, por tanto, sabía manejar los dispositivos que había llevado consigo.

Un loco con instrucción militar y armado, ¿no les recuerdan varias películas? Además, la forma en que se vistió Ruiz Wilfredo Ninasqui se parece bastante a los secuestradores de películas como -salvando las distancias- Inside Man, que quizás haya visto.

Hasta ahora nos sentíamos seguros porque los locos y los pandilleros no tenían un acceso tan sencillo como el que tienes sus pares gringos a armas de fuego. Pero parece que eso está cambiando. Pandilleros con pistolas y locos con bombas son ahora también parte de las páginas policiales de los diarios de cincuenta céntimos.

¿Qué se puede inferir? Que se tiene que hacer algo por la salud mental de nuestro país, creo que es un sector poco atendido que en el futuro puede generar más de estos incidentes. Que las instituciones armadas tienen que hacer un control más efectivo de su personal y que la Discamec (que otorga las licencias para portar armas) tiene que ser mas cuidadosa de a quienes otorga los permisos.

Más dinero en el país no es suficiente. Tener mas plata en los bolsillos no nos va a hacer una sociedad más desarrollada sino tan solo mas consumista. Y creo que uno de los indicios de este fenómeno es que la Navidad, la conmemoración del nacimiento de Jesús por parte de los cristianos, está perdiendo su caracter espiritual y se está transformando en una euforia por el shopping.

Este es un mal camino de desarrollo, y creo que debemos enderezarnos antes de convertirnos en una sociedad que tiene una mano llena de dinero y la otra mostrando una pistola. No quisiera que el Perú tenga los vicios de la superpotencia del norte, solo sus bondades. Si es que se puede.