viernes, 4 de agosto de 2006

Conjuntivitis

Algun chistoso me puso un tarrito.
El pasado 15 de julio fue el primer cumpleaños que la pase enfermo. La conjuntivitis me tuvo loco por dos semanas y para colmo de males cayó justo encima de mi onomástico. El resultado fue un sábado en el que me la pasé escuchando el televisor (no lo podía ver obviamente) y tratando de adivinar que cosa me ponían delante para comer.

Por primera vez me di cuenta que tan importante es ver la comida para disfrutarla. Tan solo los cuidados de mi familia, el avance de la medicina y la buena voluntad de los amigos me hicieron pasar sin mayores apuros mi corto tiempo de ceguera. Algunos enajenados aprovecharon la situación para tomarme fotos indignas (que muestro como prueba) en la que dan a entender que mi enfermedad y los anteojos oscuros que llevaba puestos (y un tarrito que pusieron a mis pies) me hacían ver como esos invidentes que limosnean por el centro de Lima.

Felizmente ya todo pasó. Me tuve que desaparecer un par de semanas de los amigos y de la diversión –que en mi caso es ir al cine, nomás– pero voy a retomar mi vida cotidiana. Ya cerramos la edición y viene el fin de semana. Ya les contaré como me fue en mis Fiestas Patrias, pero les puedo ir adelantando que la pasé bien, con mi delgada en Huaraz…

1 comentario:

G.F (se pronuncia "jefe") dijo...

Ja,ja,ja, PP Toño, siempre me haces moriri de risa,ja,ja,ja...upps ya pongo mi moneda!