lunes, 26 de abril de 2010

Una buena semana

La semana anterior fue de bastante trabajo. Básicamente porque era la semana del evento de CIO, pero también porque se juntaron reuniones y comisiones como en ninguna otra ocasión.

Lo extraño del caso es que no me siento tan cansado como esperaba. Ya va a ser prácticamente un año desde que partí de la revista y creo que ya me he acostumbrado completamente al nuevo ritmo de trabajo. Realmente no me lo esperaba.

La revista era mensual y ello me daba un par de semanas para preparar los artículos. El portal en cambio es diario en sus noticias y semanal en sus artículos por lo que en teoría hago cuatro veces más cosas que las que hacía cuando me encontraba en la revista. Debería estar cuatro veces más cansado pero no es así.

Creo que mucho tiene que ver el hecho de que trabajo desde la casa y así me ahorro el diario trajín de ir por toda la Javier Prado hasta la oficina, de ida y de vuelta. El tráfico ha empeordado en Lima y estoy seguro que de haberme quedado en la revista tendría ya cientos de horas acumuladas como pérdida de tiempo por el tráfico.

Pero también creo que mi 'no cansancio' se debe a que necesitaba un cambio. Más de una década en cualquier trabajo ahora parece una eternidad, aunque para nuestros abuelos eso era lo más normal del mundo. Recuerdo que cuando celebrábamos un aniversario de la Universidad vimos como a un grupo de trabajadores les realizaban un pequeño homenaje por sus 35 años de servicios a la institución. ¿Dentro de 30 años me harán algo así?, pensé.

sábado, 3 de abril de 2010

GNR: pudo haber sido mejor

Hasta que por fin el sueño se había convertido en realidad. Guns and Roses, la banda que me acompañó en mis últimos días de colegio y los primeros de la universidad, tocaría en Lima. No me importaba que solo se tratara de Axl con un grupo de reemplazos -no era la Guns original- sino que escucharía en vivo la voz que me enloqueció con Sweet Child of Mine y Welcome to the Jungle, o al menos eso era lo que pensaba.

Las primeras alertas me llegaron a través del Facebook. Comenzaron a aparecer enlaces a noticias que describían a un Axl tardón y enemistado -por su comportamiento- con el público que deseaba oirlo. Leí que no solo llegaba tarde a los conciertos sino que incluso llegaba al país -en su avión privado- horas después de empezado el evento. Ello no era una buena señal.

Con Carlos decidimos de todas formas comprar las entradas y esperar que Axl se comportara un poco mejor en Lima. Al principio lo creíamos. Axl, a diferencia de otras ocasiones, ya se encontraba en el país mucho antes del concierto y ello nos tranquilizó un poco.

jueves, 1 de abril de 2010

Hora y media

Si el miércoles anterior a Semana Santa tuvieron la imperiosa necesidad de pasar por un banco seguro van a concordar conmigo.

Debido a esas cosas del destino y la economía tuve que pasar por una de las instituciones financieras más grandes de este país, de la cual no soy ‘cliente’. Ello en buena cuenta significaba que me esparaba una larga espera ya que sin duda el dichoso ‘sistema’ de tickets le iba a dar preferencia a los clientes del banco, y de entre éstos a los que tienen más dinero en él.

Eso fue lo que sucedió. El sistema en mención me catalogó como ‘nada’ (letra B) y me hizo esperar una hora y media mientras veía que los clientes VIP y los clientes comunes del banco pasaban frente a mí. El banco, además, tenía dos ventanillas asignadas para atender a los clientes ancianos, mujeres embarazadas o con niños, o personas discapacitadas.