Juancho, Carlos y el otro Juancho. |
Primero probamos por el lado derechoLa vista era buena, pero decidimos pasar al lado izquierdo, más allá de la torre central, bajo el argumento que "a nadie se le ocurre ir ahí, todos se quedan por acá nomás". El argumento tenía lógica, pero no fue acertado. Igual la gente, al parecer, razonó de manera similar, así que el lado izquierdo se encontraba tan o más lleno que el derecho.
Volvimos sobre nuestros pasos y nos acomodamos en el lado derecho, con vista directa al escenario gracias a un "tunel" (espacio libre de cabezas entre la multitud) que localizamos casi al centro de la masa de personas. Nos posicionamos y mis amigos dijeron "quédate, vamos por unas cervezas", y me quedé en mi función de hito del lugar escogido.
Y cuando los tres se hubieron ido la gente comenzó a gritar. Una parte circular de la pantalla, arriba al centro, mostraba el logo de Depeche girando, lo que se entendió entonces como la inminencia del inicio del concierto. Y tuvieron razón, al poco tiempo fueron apareciendo los músicos, el cantante principal -"se parece a Pizarro", escuché por ahí-, y la pantalla comenzó a cambiar de colores, dando lugar a las imágenes de un anciano blanco a un lado y de un niño negro en el otro; y donde giraba el logo apareció el perfil de una mujer que parecía subir -sin moverse- una escalera sin fin.
Saqué mi cámara y comencé a filmar. El poco tiempo entre la adquisición de la cámara -en realidad, un regalo- y el concierto me impidió comprarme una tarjeta de memoria de gran capacidad por lo que sólo llevé la que tenía de mi cámara anterior. Sólo tenía memoria suficiente para unos minutos de video, en baja resolución, pero "aunque sea pues", pensé. Mis amigos no aparecían así que tuve que comenzar la filmación sin ellos y despreocupándome de que me localicen o no cuando vuelvan, más me interesaba filmar el inicio del concierto.
Y eso hice. Comencé a grabar y me sentía emocionado por la música que comenzaba a mover a la gente. Gritos de chicas y de chicos marcaban un ambiente de fiesta eufórica muy agradable y me dejé llevar por los compases de "In Chains" cuando al volver a revisar la pantalla de la cámara para verificar el encuadre -eso es lo malo cuando grabas, tienes que estar pendiente de esos detalles- vi la maldita señal "Low Battery" parpadeando con una tonalidad naranja que poco después pasó a roja. "Maldición, ¿por qué no cargué la batería?", me reproché a mí mismo.
Yo y Carlos con el escenario de fondo. |
Las canciones pasaron y Carlos grababa con su grabadora digital lo que pensaba iba a ser un "Live Depeche Mode in Lima". Pero luego, al revisar lo grabado, nos dimos cuenta que tener la máquina en el bolsillo, por comodidad, no fue una buena idea. La grabación tenía un volumen muy bajo, así que Carlos tuvo que sostener la grabadora como si se tratara de un micrófono.
Lo hizo justo a tiempo. Alcanzó a grabar una buena versión de "Personal Jesus" que cargo en mi iPod como recuerdo de aquella noche. Es una grabación muy especial en la que se nos escucha pidiendo a la banda "un saludo para Huánuco", sin duda, una solicitud producto de los vasos de cerveza ya consumidos.
En general, fue una buena noche. Vimos a los Depeche; no tan cerca como hubieramos querido, pero poco a poco se llega adelante.
Por lo pronto ya sabemos que en el concierto de Metallica no vamos a disfrutar de esa peligrosa y emocionante posición. Las entradas son caras, además, se agotaron a las 3 horas que comenzaron a venderse.
Veamos como nos va en los próximos conciertos: Metallica, Cranberries, Guns... quién falta? Ah sí, quizás U2 y Paul McCartney. Quien sabe.